En mi opinión, la inspiración puede ser cualquier cosa, cualquiera. La inspiración se encuentra en cada rincón y puede aparecer en cualquier momento. Y cada uno de nosotros se inspira de manera diferente.

 

Personalmente, la describiría como un impulso. Como un rayo de luz que te atraviesa y expande sus destellos por todo tu cuerpo y alma. La inspiración es, en realidad, cuando las cuatro fuerzas del ser humano se encuentran: cuando el corazón, el alma, el cerebro y el instinto se unen. Un momento mágico que dispara tu creatividad, tu capacidad de decidir, tu autoestima. Es la concepción de ideas que te llevan a dar tus primeros pasos hacia tus sueños. Y se puede cruzar en tu camino en la madrugada, o en la ducha, mientras cocinas o en el trayecto al trabajo. Un estímulo repentino y único que no se puede dejar pasar.

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Qué provoca en ti la inspiración? Y, más importante aún, qué es lo que tú haces con ella?

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Bajo estas líneas, comparto algunas de mis fuentes de inspiración, parte de lo que me ilumina y me prepara para otro capítulo más en mi propio viaje del auto conocimiento, crecimiento personal y de mi desarrollo profesional.